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En este espacio dispones de distintos artículos relacionados con el mundo de Esfera Mágica.
En la búsqueda de comprender la complejidad de la existencia humana, a menudo nos encontramos inmersos en un dilema conceptual: la confusión entre conciencia y mente. Frases cotidianas como "el poder de la mente" pueden llevarnos a equívocos, ya que, en realidad, deberíamos referirnos al poder de la conciencia.
Dos Planos de Existencia
Para desentrañar esta dualidad, es esencial considerar los dos planos de existencia: el físico y el mental. La afirmación "como es arriba es abajo, como es adentro es afuera" nos invita a reflexionar sobre la conexión intrínseca entre estos planos. El cuerpo físico se manifiesta en el plano físico como resultado de la mente, pero, paradójicamente, el cuerpo por sí solo carece de vida.
La Energía Vital y la Conciencia
¿Qué da vida al cuerpo físico? La energía vital, la cual se revela como la manifestación física de la conciencia. Aquí radica la clave: la mente, en su esencia, es inerte y carente de vida propia. Es la conciencia la que le infunde vida, de manera análoga a cómo la energía vital anima el cuerpo.
¿La Mente como Ente Independiente?
Surge una cuestión intrigante: ¿la mente puede considerarse como un ente independiente cuando alguien está inconsciente? Contrario a la intuición, la mente no "muere" cuando se pierde la conciencia. La mente no es propiedad exclusiva de un individuo, sino una entidad universal compartida por todos. Cuando alguien pierde la conciencia, la mente continúa recibiendo su "energía" a través de la conciencia colectiva.
El Concepto de Unidad
En este punto, nos sumergimos en la noción trascendental: somos uno. Aunque pueda parecer abstracto en el momento, la idea de que compartimos una mente universal se explorará en profundidad en futuros artículos. Este concepto desafía la percepción convencional de la individualidad, abriendo la puerta a una comprensión más profunda de nuestra conexión intrínseca.
En conclusión, diferenciar entre conciencia y mente es esencial para comprender la complejidad de la existencia humana. La mente, inerte por sí misma, cobra vida a través de la conciencia, revelando una conexión universal que trasciende la individualidad. En este viaje de exploración, descubrimos que la dualidad aparente entre conciencia y mente se disuelve en la comprensión de nuestra unidad intrínseca.
